Cariño!
En mi joven vida, pido un deseo, quiero algo, pero contigo, sencillo y fácil de vivir, lo que pueda ser accesible y un poco romántico, tal vez sea algo sin mucha importancia, tangible y duradero, ese algo podría ser: millones de amaneceres contigo, susurros calientes que te hagan perder la cordura, hijos con tus rasgos físicos, también podrían ser cantos a media noche, que nos haga sentir los dueños del mundo, con tus enseñanzas y consejos, quiero criarlos, quiero noches en tus brazos, uno que otro beso constantemente, que soñemos que nuestras pieles se rocen de pasión, y lo podamos cumplir sin limitaciones, ser ese apoyo duradero, que descanses, que desgarres mis labios; que tus ojos, tus manos, tu alma, y tu espíritu esten conmigo, solo conmigo, solo para mi, solo por mi, que puedas mantener la respiración al verme sonreír, suspires por cada mañana al verme a tu lado. Que pasen largos años, y sea tan emocionante como la primera vez, que el destino juegue como quiera, pero que perfeccione nuestros caminos, que nuestros polluelos se escondan dentro de nuestras sabanas, que en cada lluvia propongas una extrovertida locura, hundirme en tu mundo, enredarme en tu lengua, gemir de placer solo porque estas tocando mi espalda. Desvestirme en tus aposentos, mojar nuestros labios con expectativas tiernas, insinuarte mis ganas, esperarte hasta morir; porque te estuve esperando hace tanto, antes de nacer quise llegar a tus mares, cariño mio, dame ese algo, dame tu ser, que yo te doy mi juventud... Autor: Andrea s
Ver como su cuerpo se estremece, sus ojos se pierden y su respiración se hace mas forzosa. Me gusta jugar con el ritmo y la velocidad, que mis dedos dancen en su entre pierna, mientras mi boca explora su piel, juguetea con sus pechos, dando pequeños mordiscos, sutiles pero apasionados. Me gusta arrancarle gritos y una que otra palabra sucia. Me gusta que se despoje de todo prejuicio y sea quien desea ser todo el tiempo. Me gusta que entre la lujuria y la pasión me desgarre, que se haga mas frecuente su respiración, que arda la piel y justo en el éxtasis del momento, llegue al clímax cortando con un grito. Un grito diferente, uno que es mas silencio. Como si muriera momentáneamente y despertara con una sonrisa, una completamente sincera. Me encanta masturbar a una mujer, por que cuando acaba, significa que apenas empieza lo mejor. No estoy hablando de sexo señores, hablo de esa complicidad, esa intimidad que solo se consigue con la confianza mutua de hacerse el amor... Autor: Anó
Comentarios
Publicar un comentario