Nos buscamos exclusivamente cuando la soledad, se cansa de apadrinarnos, pero es lógico, que así no me sirves, nos hallamos dentro de una pocilga de repudio e improperios pensamientos, cuando hay una distinta comprensión permanente, de las cosas que sentimos, en un pentágono de vómito social, y a veces agarrar nuestras manos no basta, porque siento que los indigentes de tu cabeza me fulminan la calma y la paz, por eso no puedo amarte, es la polución de tanta porquería, una absolución a mis pecados... Autor: Andrea S