Desafortunadamente no duermen de día, no duermen de noche, sin parpadear solo observan por el orificio de su sabana, con ojeras negras y mal aliento constante, con cabellos sucios y con uñas embriagadas de comida, no son víctimas, inocentes o elegidos de la mala fortuna, ellos decidieron entrar a ser parte del juego macabro, pocos duermen de noche, y los que lo hacen chocan con las pesadillas de las alcantarillas. Cada noche se desvelan a esperar el sonido estremecedor de las cloacas del vecindario. Se colocan sus audífonos, concentrándose en cerrar fuertemente los ojos, para no ver el desfile patiotra de los espectros. Entre mas cerraban los ojos, mas era la respiración putrefacta de los cadáveres en sus oídos, entre más callaban, aumentaba el peso de sus pechos para afixiarlos. Fenomeno ufologo que se desvela en sus locuras. Malditos hijos de Satanás, que danzan folclorimante en los abortos nocturnos, las pesadillas más crueles en los suicidios de la ciudad, mientras que en los camp