Anochece
dispuesta y disuelta
el cabello se suelta.
La noche erecta y recta
en el recto temblor
de la soberana del gemido
titila en mis manos
como una cenicienta
sedienta de manzanas prohibidas.
¿Que tanto son mil días,
para pervertirla y convertirla
en desopilante hembra?
¿Qué tantas horas
pueden al revolverse
y disolverse la luna en las olas
en el justo instante
en que nos arrancamos los vestidos
y perdemos la compostura
de ciudadanos ilustres
y además
mandamos al carajo
los persistentes
y decentes principios
que al principio
nos acuñan?
¿Qué tantos pueden ser
40 y tantos calendarios
mirando crecer sus pezones
frente al espejo
y ninguna flor se dilapidó
el día que la desfloraron
sobre la mesa del comedor
después de la cena?
(Que renazcan las mañanas
cubiertas con sus rizos
y sus risas de sexo severo
y nos devuelvan, desposeídos,
a la nueva noche
donde vienen anunciadas,
como viciosas efemérides,
el alud de sus caderas
a empotrarse en la mente
de los machos
y a beber leche de furia
y marea).
Amanece.
Huele a Aurora de luna quemada.
Envuelto en sus brazos de esponja.
El chocolate adquirido
para la buena ocasión
resistió
en el bolsillo del pantalón
tirado en el piso
y los claveles,
con una esquela
donde afloran cinco versos
de mala ortografía,
despuntan marchitos
encima del mesón de la cocina,
porque, ¿para qué más pétalos
y tallos inertes,
si tiene entre tus piernas
un jardín completo
de Astromelias
donde me hace ser
macho
y tierna bestia?
Hoy.
Precisamente hoy,
no creo en la equidad de los sexos,
porque, de solo pensarlo
se destempla la pedernal inmodestia
y la dejo abierta
con un incendio de afilados dientes
al filo de la cama
como un río derramado
sobre la ladera
y antes
que lo uno o lo otro, suceda
te hago mía
contra todas las teorías
contra el mundo bocarriba
y contra el cielo bocabajo
y contra la pared de las horas
colgadas a la media noche
donde ya no cuenta, saber
qué día es
o si es ella
hembra o tierna fiera...
Autor: Nicolas Martinez
...y como dije, es un halago y un privilegio compartir contigo y lectores mis morbosas letras.
ResponderBorrargracias.