No podría fallarte porque me fallaría a mí misma. No puedo dejar de pensarte porque en esos instantes olvidaría hasta el origen de las cosas, como aquella peste del olvido que cayó en macondo, o como la mancha de sangre en la camisa de fiamma, imborrable pero traicionera, no puedo dejar de amarte porque andaría perdida buscando a reina en new york, cuando lo único que sé que es que me iría a donde tu quisieras que yo fuese, es más, sin permiso alguno tomaría mi nombre y mi apellido y los pusiera a echar andar, donde nos amemos como esposos sin casarnos, el pecado de vivir para tus deleites y morir recostada en tu costado. Esas cosquillas que te hacen sacar la carcajada más bulliciosa del mundo entero, donde te la presiono apunta de besos hasta hacerte pensar que estoy tremendamente enamorada de tu sonrisa bajo mis pantallazos desolados…Autor: Andrea s
Ver como su cuerpo se estremece, sus ojos se pierden y su respiración se hace mas forzosa. Me gusta jugar con el ritmo y la velocidad, que mis dedos dancen en su entre pierna, mientras mi boca explora su piel, juguetea con sus pechos, dando pequeños mordiscos, sutiles pero apasionados. Me gusta arrancarle gritos y una que otra palabra sucia. Me gusta que se despoje de todo prejuicio y sea quien desea ser todo el tiempo. Me gusta que entre la lujuria y la pasión me desgarre, que se haga mas frecuente su respiración, que arda la piel y justo en el éxtasis del momento, llegue al clímax cortando con un grito. Un grito diferente, uno que es mas silencio. Como si muriera momentáneamente y despertara con una sonrisa, una completamente sincera. Me encanta masturbar a una mujer, por que cuando acaba, significa que apenas empieza lo mejor. No estoy hablando de sexo señores, hablo de esa complicidad, esa intimidad que solo se consigue con la confianza mutua de hacerse el amor... Autor: Anó
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