Vi a los vecinos discutir, y yo estaba admirando el censurado panorama, desde la rejilla principal, Me enamoré cuando me fumaba un largo chicharrón de poesía, mientras, ellos cada día perdían la flamante llama del resentimiento, y yo me daba cuenta.
Supongo que no hay alguien más que pueda sentirse confiado del amor, o alguien más, que puede explicarme así mismo, al rato los veía sonreír, ante las historias de tragicomedias, un juego de tradiciones pasadas. Nadie puede comprender que de todas las bocas que he besado, esa fue la que más me gustó, un presentimiento de tener mala memoria, pero sin embargo nunca podré olvidar la primera vez que hiciste una crítica sobre mi corte de cabello, en el lado izquierdo de mi cabeza, el vestido fucsia y la licra negra; me encantaría saber si por casualidad ¿tienes algún inconveniente con saber que cuando usted me toca, la calentura sobrepasa los 200.000 grados de temperatura?, me respondió: "no" (en el idioma inglés), en ese momento Pusimos la musica a todo volumen, nos embarcamos en una húmeda espuma de afeitar y follamos durante varias horas. El chicharron que me había fumado, fue su perfume y su lírica.
Toda mi vida me la pase hurgando noticias, buscando pretextos, sacando excusas para no ser feliz, hasta que lo conocí, y me enamoré... Autor: Andrea s
Ver como su cuerpo se estremece, sus ojos se pierden y su respiración se hace mas forzosa. Me gusta jugar con el ritmo y la velocidad, que mis dedos dancen en su entre pierna, mientras mi boca explora su piel, juguetea con sus pechos, dando pequeños mordiscos, sutiles pero apasionados. Me gusta arrancarle gritos y una que otra palabra sucia. Me gusta que se despoje de todo prejuicio y sea quien desea ser todo el tiempo. Me gusta que entre la lujuria y la pasión me desgarre, que se haga mas frecuente su respiración, que arda la piel y justo en el éxtasis del momento, llegue al clímax cortando con un grito. Un grito diferente, uno que es mas silencio. Como si muriera momentáneamente y despertara con una sonrisa, una completamente sincera. Me encanta masturbar a una mujer, por que cuando acaba, significa que apenas empieza lo mejor. No estoy hablando de sexo señores, hablo de esa complicidad, esa intimidad que solo se consigue con la confianza mutua de hacerse el amor... Autor: Anó
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