Como infiel que
he sido, admiro la fidelidad que guardan tus palabras
Muy reservado, no
fácil de descifrar
Engendrándose en mí
la versión más baja del instinto
Me refugio en la obsesión
de mi naturaleza.
Buscando en tus
ojos algo que no me muestras,
Es una incómoda sensación
de placer
Buscando en tus
ganas de hombre lo que no demuestras
Buscando en tu
cuerpo maduro, tu inmadurez.
Que desmoral mi
accionar,
que anhelo, deseo
vehemente, codicia de ti
pero eso no nos
impide imaginar, llévame al juicio de lo lógico, si lo prefieres
de no ser así, consúmeme
en tus pensamientos cruzando el umbral de lo correcto.
Prefiero hablarte
con la verdad, así desnuda y sin prejuicios
No te culpo, no
eres culpable de mi propia culpa
Culpa mía, culpa
tuya, culpa nuestra
Este padecimiento
que no se quita, ni se cura.
Llévame y bésame
Déjame sucia de
besos y arena,
Fluctúa antes que
nos descubran los amantes que se divierten,
Vacilantes nuestros
cuerpos que se van al ritmo de las vibras del mar.
Soy huérfana de
un amor prohibido
Siento la
necesidad de tenerte, sin coartada para estos encuentros imaginarios
Reza y hagamos lo
que hemos venido dominando
Cúbreme de
indecencias y de pecados.
Me hace falta la
ausencia de autoridad
Cual hambre
inamovible e insaciable
Me hace falta la provocación
que aviva mi ansiedad
Reza y hagamos lo
que hemos venido deseando.
Moldeando sin
prisas todo aquello que nos separa de nuestros dueños
Promoviendo a
gritos nuestro tropezón adrenalina
Mientras resquebrajas
mis caprichos
Sonrojada de
inapetencia por mi rutina.
Acepta desentendido
mi propuesta como lo que eres
Nadie te conoce, conóceme.
Autor: Andrea Serrato
Comentarios
Publicar un comentario