Ir al contenido principal

Planos platilinas

Primerísimo plano de nuestras manos plastilinas, una encima de la otra como queriéndonos decir algo, los dedos trenzados imperfectamente como dos masillas flexibles, moldeandose alternas al
Tiempo, esta obra de fascinación que rompe la cuarta pared.
Homogéneos, volátiles, inverosímiles, fugaces.
Cálidos cual rescoldo ante las figuras mitológicas que se forman en el techo del cielo fruto de la Luz que corre bajo esta creación.
Danzando ante las fotografías de un desconocido obsesionado por verte a ti, por verme a mi, impresionado por la majestuosidad de nuestro talento al hacernos el amor. Nervioso de angustia ante el juicio del observador, no temas y déjame hacerte esclavo.
desclavo, dos clavos de mis alas, y el clavo del amor.
Primer plano de nuestras bocas oceánicas, de nuestro aliento, del suspiro del gozo de una mujer naturalmente vestida de vellos, de sudor, de estrías.
Un hormigueo grueso y soberano que recorre el hueco de mi ombligo de mujer sedienta a las miradas de los otros que me enseñoran diosa impoluta.
El hombre que se tiñe bajo mi cuerpo en su estado de trastorno por el deseo de llenar mi vientre griego, incapaz de pronunciar palabra alguna, sintiendo el aire, el fuego, el agua, la tierra en sus piernas.
Sintiendo los inviernos, los veranos, los otoños y las primaveras en sus brazos fundidos a los míos.
Mis mejillas sonrojadas fervientes ante las gotas dulces de tu frente.
Somos arcilla y es nuestro secreto íntimo indeleble
Arcilla de las calles, de los amantes, de los que viven y mueren.
Mezclados sin temores, sin señalamientos, sin vestidos, sin vergüenzas. Que exquisita la manera de bebernos como el vino, de olernos como perros, de apretarnos y estrujarnos con intensidad.
primerísimo plano de nuestros dedos plastilinas, mis grandes ubres de hembra en temple para amantar tu hambre de becerro, con tu mirada lameruza abro los muelles que te dejan aventurar motivado a tocar el fresco hedor del muelle, donde encallan tus dedos vigorosos.
dioses espartanos, dioses griegos, egipcios, páganos, dioses para mortales e inmortales, dioses para creyentes y no creyentes, para los que observan y oyen el goce de un hombre y una mujer proyectados en las constelaciones, desnudos como plastilinas escurridas, cansadas.
Cumpliendo el deber de eximirse de pecado, de exhibirse ante cada mirada idolatra. Autor: Andrea S

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Me encanta masturbar a una mujer.

Ver como su cuerpo se estremece, sus ojos se pierden y su respiración se hace mas forzosa. Me gusta jugar con el ritmo y la velocidad, que mis dedos dancen en su entre pierna, mientras mi boca explora su piel, juguetea con sus pechos, dando pequeños mordiscos, sutiles pero apasionados. Me gusta arrancarle gritos y una que otra palabra sucia. Me gusta que se despoje de todo prejuicio y sea quien desea ser todo el tiempo. Me gusta que entre la lujuria y la pasión me desgarre, que se haga mas frecuente su respiración, que arda la piel y justo en el éxtasis del momento, llegue al clímax cortando con un grito. Un grito diferente, uno que es mas silencio. Como si muriera momentáneamente y despertara con una sonrisa, una completamente sincera. Me encanta masturbar a una mujer, por que cuando acaba, significa que apenas empieza lo mejor. No estoy hablando de sexo señores, hablo de esa complicidad, esa intimidad que solo se consigue con la confianza mutua de hacerse el amor... Autor: Anó...

Poema Amor Verdadero de William Shakespeare

No, no aparta a dos almas amadoras adverso caso ni crüel porfía: nunca mengua el amor ni se desvía, y es uno y sin mudanza a todas horas. Es fanal que borrascas bramadoras con inmóviles rayos desafía; estrella fija que los barcos guía; mides su altura, mas su esencia ignoras. Amor no sigue la fugaz corriente de la edad, que deshace los colores de los floridos labios y mejillas. Eres eterno, Amor: si esto desmiente mi vida, no he sentido tus ardores, ni supe comprender tus maravillas.

Reconocimiento Literario a La Sra. Iholanda

María Iholanda Rondón María Iholanda Rondón nació en  Mérida ,  Venezuela  en  1968 . Es una  escritora   abogada  y especialista en  política internacional . Fue directora y fundadora de la  Biblioteca José Vicente Nucete  (Mérida, Venezuela) dedicada preferentemente a libros antiguos o ediciones especiales. Actualmente vive en la isla de  La Palma , provincia de  Santa Cruz de Tenerife ,  Canarias . Fue ganadora de la mención de honor en el 4to concurso de poesía  Universidad de Los Andes  con "Veinte cantos de amor y de dolor" en 1992. Reconocimientos Ganadora en el 1er concurso de cuentos cortos de editorial parnaso  Granada ,  España , 2005 con "La tía que llora, la tía que reza y el papá que regresa", cuento enmarcado dentro del realismo mágico latinoamericano. Ganadora del concurso de cuentos Alfonsina Storny, editorial Pegaso,  Argentina  en 2003 con el cuen...