A mi padre

Mi padre es un buen hombre.


A sí mismo se considera un extranjero.

Como hija, Aún no descubro la virtud propia de sus ojos verdes, porque la abundancia de sus valores son inherentes a él, cual porte de galán,  bueno, así es mi padre.
Descubre con agilidad la maldad y la malintencionada astucia de la gente. Tiene muchos amigos y no tiene ningún amigo.
Mi padre es un artista olvidadizo, que repite miles de veces la misma pregunta.
Mi padre ante los ojos de los hombres, es  una vela puritana de exactitud.
Mi padre es un hombre correcto, que no puedo comparar.
El gran milagro del universo, ese es mi padre.
Mi padre siempre ha sido muy intenso en sus obras,
Parece un incomprendido malabarista, un hombre que ha sido mi gran inspiración, un acróstico de lo leal y lo sincero.
 En años,  ha vivido mucho más que yo.
Sabe con que intensidad usar sus telones en la contabilidad, esos números, cifras, cantidad de símbolos poéticos de la lógica que nunca entenderé.

 Mi padre es un loco cuerdo, cegado visionario, cobardemente valiente.
Muchas veces quise escribirle a mi padre un cuento, una crónica, un guión para cine, un mensaje, pero hoy escribiré como si yo fuese él.
Porque en sí soy una parte viviente de mi padre. Soy la estampa de mi padre... Autor: Andrea s