Somos seres exóticos, llenos de sexo y humedad, somos hombres y mujeres de deseos y vanidades eróticas, muchas veces escondidas y otras veces espontáneas.
Somos seres de lujuria y pasión, entre nuestros pecados: somos insaciables. codiciamos todo aquello que nos eriza la piel, los senos, o el pene.
Siempre queremos llegar aquel extremo placer de seres sexuales, estallar en nuestros propios gritos sensuales, silencios gemidos, navegar para encontrar más de lo que se nos ofrece.
Deleitarnos en el amor, para vivir y nacer de el, devorar nuestros propios cuerpos siendo con las manos o la lengua misma.
Emanciparnos del miedo, el temor o la culpabilidad, porque poco a poco mientras nos desnudamos es mejor "caer en la tentación" que no haber no haberla probado nunca. Sentir la saliva recorrer nuestros labios sin edad, sentir el olor plácido de copular siendo deseado, mordernos entre los rincones de la cama, del piso o de donde la constelación figure mejor vernos hacer el amor.
Dejarse llevar por los instintos de animales en celo, por delante, por detrás, frotando cada pliegue del culo, cada aroma del alma, dónde la destreza guste pasar. Sin temores, ni religiosidades, porque seamos sinceros, nadie piensa con razocinio humano a la hora de amar y ser mamado...Att: Andrea s
Somos seres de lujuria y pasión, entre nuestros pecados: somos insaciables. codiciamos todo aquello que nos eriza la piel, los senos, o el pene.
Siempre queremos llegar aquel extremo placer de seres sexuales, estallar en nuestros propios gritos sensuales, silencios gemidos, navegar para encontrar más de lo que se nos ofrece.
Deleitarnos en el amor, para vivir y nacer de el, devorar nuestros propios cuerpos siendo con las manos o la lengua misma.
Emanciparnos del miedo, el temor o la culpabilidad, porque poco a poco mientras nos desnudamos es mejor "caer en la tentación" que no haber no haberla probado nunca. Sentir la saliva recorrer nuestros labios sin edad, sentir el olor plácido de copular siendo deseado, mordernos entre los rincones de la cama, del piso o de donde la constelación figure mejor vernos hacer el amor.
Dejarse llevar por los instintos de animales en celo, por delante, por detrás, frotando cada pliegue del culo, cada aroma del alma, dónde la destreza guste pasar. Sin temores, ni religiosidades, porque seamos sinceros, nadie piensa con razocinio humano a la hora de amar y ser mamado...Att: Andrea s
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