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Mostrando las entradas de julio, 2016

Contrapoema

Anochece dispuesta y disuelta el cabello se suelta. La noche erecta y recta en el recto temblor de la soberana del gemido titila en mis manos como una cenicienta sedienta de manzanas prohibidas. ¿Que tanto son mil días, para pervertirla y convertirla en desopilante hembra? ¿Qué tantas horas pueden al revolverse y disolverse la luna en las olas en el justo instante en que nos arrancamos los vestidos y perdemos la compostura de ciudadanos ilustres y además mandamos al carajo los persistentes y decentes principios que al principio nos acuñan? ¿Qué tantos pueden ser 40 y tantos calendarios mirando crecer sus pezones frente al espejo y ninguna flor se dilapidó el día que la desfloraron sobre la mesa del comedor después de la cena? (Que renazcan las mañanas cubiertas con sus rizos y sus risas de sexo severo y nos devuelvan, desposeídos, a la nueva noche donde vienen anunciadas, como viciosas efemérides, el alud

Fin del capítulo

Solo se escuchan los cantos  de los pájaros en las ramas de los árboles, solo se ven las hormigas rojas que atemorizan a los turistas locales,  solo se ven las ardillas en las ramas largas de las ceibas,  solo se escuchan a los niños jugar, correr, reír y saltar,  solo se saborea el delicioso sabor de los helados que refrescan las lenguas de las personas del parque y aun así, todo se ve precioso. Un paisaje adornado del espectáculo de las aves volar, todas en dirección al maíz. La Cabeza puesta en  marcha, pensando en las nubes del cielo, en el vaso de tinto después de un helado,  en la decisión de vivir sola  disfruta de la danza de las aves, de norte a sur, de oriente a occidente. La joven cierra sus ojos despacio, rascando su mano derecha donde al parecer la picó un hormigón rojizo, ella sonríe,  no sé si por la picadura o por un recuerdo pensando en él...Autor: Andrea s