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Mostrando las entradas de marzo, 2016

El bosque de los suicidios

Caminaba cojo, desnudo..  con la soga en la mano derecha, sin dejar de mirar a la dulce maldita oscuridad que atormenta mi alma ¿acaso merezco este sufrir? No les basta con mirar mi rostro tajante y grotesco; enfurecido por haber nacido tan vil y feo, ante los ojos de los hombres, su expectativa de belleza, honor y gloria me repugnan; no es mi cuerpo digno de sus golpes y rencillas, es merecido escupir mi comida y mis ropas; sino que también excrementan mis sueños flojos cuando cae el dulce maldito sol; estupida la noche que reposa en la luna como cuartada en la pista de mis ojos putrefacto, maldito el ocaso que no merezco ver, dulce malnacido esprecto, hasta mi reflejo es razón de agobiantes días. he empezado a romper mi torso y los dedos tallando madera frente a los riachuelos, destrozando mis huesos, para recibir sus grandezas. Malnacidos mortales que suplican mi nombre para no perderse en el bosque de penumbras, terribles monstruos y bestias de la noche Dulce maldita oscuridad

La mujer hecha lobo

"No hay barrera, cerradura, ni cerrojo que puedas imponer a la libertad de mi mente" Woolf. ¡Que situación tan terrible! A medida que pasan los años me he convertido en una particular mujer que no sabe guardar sus propios secretos,  que no deja de vivir de emociones y que habla con entusiasmo todo el tiempo innecesario,  sin embargo cierro los ojos,  me dejo besar la boca y eso basta, para callarme. Si devolvemos el tiempo, y contamos un poco sobre esa maldita situación,  entendederiamos.  La ansiedad y el estrés me cagaban la cara, cada vez que podían; obviamente tenía mi propio super héroe (música imaginaria de fondo). Con todo placer y mucho gusto les presentó a... los cigarrillos,  ellos me colgaban como piñata para ser fusilada a madrazos por el pánico constante,  ese tipo de trastorno con el que vives porque te toca aprender a convivir y a sobrellevarlo, como a los hombres, quienes por ninguna razón te sueltan,  te agarran el corazón en un día, o te tocan el tórax par