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Mostrando las entradas de marzo, 2015

Obsequio

Cuando era niña, tenía la manía de seguir el circulo vicioso de mis pasos, imagíname dar vueltas y vueltas en la misma columna meada de perros, contar de 1 al 5 en repetidas ocasiones para mantener la calma, sin tener trenzas por el cinismo de escapar de las manos suaves de mi madre, mantuve hacia mí la costumbre de repetir las mismas mentiras que me lastimaban, simplemente egoísta, no tuve el valor de darme cuenta que mis vacíos eran cráteres que yo misma cavaba al pasar los años, que el sueño de volar e irme lejos eran posibles si metía mi cabeza de lleno al alejarme de lo que me ofrecían con amor, de no saber de nadie, de ser malagradecida, de no valorar lo bello que pudo ser mi crianza, porque me empeñe a ser egoísta, salir huyendo en situación de crisis; y ahora me miro frente al espejo, han pasado muchos años, me miró fijamente y en mis ojos vi el miedo más grande de perder a tus seres amados ¿de verdad demostramos que los amamos?, alejarme de aquellos a quienes les negué tanto,

fétido olor de la tumba equivocada

Estaba al borde de la cama con el sentimiento fétido de indignación, sentí la mezcla de melancolía que no me dejaba dormir, haber llevado esas flores a la tumba equivocada me obligaba a cargar la culpa de haber robado varios racimos para mi amado hijo, Joaquín; esa noche sentí que algo se colgaba de mi pantalón roto y desgastado, solté un viento trasero mientras hurgaba mi oreja con una ramita de árbol, el olor del alcohol me bañaba por completo. Olvide que de camino al cementerio, hay una descuidada finca, casualmente recibe el nombre de Armazón, que representa un sepulcro, se levanta en los templos para celebrar los funerales por un difunto, los dueños de esta disfrutan de su ganancia, bajo el cautiverio de un encierro desdichado debido a grupos al margen de la ley. Ya estaba a punto de caer de la cama, cuando precise que algo olía a podrido, me levante a recoger los pescados que había capturado esa mañana, olas regocijadas en peces, con un calor infernal me prepare a guardar la col

Mar dalhí

Como un rayo de luz entraste en mi oscuridad, remota y olvidada por la soledad y el silencio, sabrá quién, cómo me iluminaste el corazón, con tu mirada, con tu sonrisa. Fue entonces cuando entendí que un lucero es cuestión de verte sonreír, y que la luna abría sus brazos para acoger las más hermosas melodías que son las sílabas de tu voz. Mi problema resultó siendo la lluvia derramada de mi alma, que en cuestión de segundos se encantó con tu holgada presencia. Me alegré cuando te vi, mi camino se juntó con el tuyo y no pude detenerlo. He susurrado al universo, con mis ojos cerrados el calor de tu majestuosa presencia, pero he de padecer en mis estrellas, al saber que tu perfume es propiedad de alguien más. Como quisiera pertenecer a la estricta organización de tu mente, y vincularme en los intrínsecos momentos de tus pensamientos, pero vano es. He de dejarte esto, para que me olvides con los ojos abiertos y tengas presente que yo nunca te olvidaré...Autor: Francisco Diaz