Ir al contenido principal

¿Porque sera?

Nos escondimos antes de que anocheciera, habíamos visitado todas las veredas del pueblo, mi cabello estaba algo espolvoreado con la brisa de aquel día, me lo recogí mientras la blusa se levantaba, mi ombligo se destapó, metí mi falda en medio de mis piernas y me agache para recoger la moñita, quería hacerme una cola de caballo y seguir campante por la carretera, pero lo único que notaba era que mi falda se alzaba inocentemente para provocarlo, trague en seco cuando se dio cuenta de mis intenciones, pero no podía controlarme, mis hormonas estaban a millón, tenía que aprovechar ese momento, a como dé lugar intente resbalarme en sus brazos, olvide casualmente la ropa interior en la choza donde una vez lo bes, mientras tanto el ignoraba mis agravios, mis delirios nocturnos y la tembladera bajo las sabanas por unos segundos cuando estoy completamente sola, empiezo a gritar su nombre completo; Estábamos pipones del almuerzo, sin darme cuenta se había recostado en la cama de paja de aquella finca, por unos cuantos minutos, no era la mejor hora para jugar como infantes, solo quería verlo dormir, ignorante que mis ojos lo rodeaban, lo detallaban, lo observaban, ingenuo de las ganas que mi cubre lecho le tenía a su sudor, hasta cuando se quita los zapatos de campesino local, este es un deseo feroz que me hace caer desde una gran altura, le susurre mientras dormía, hasta desvanecerme en su piel, dulce y olorosa cuando las gotas de la cascada se posan en él, le he visto ducharse, me he metido atrevidamente pero no resulta nada, nuestras pieles solo se rozan bajo el agua, nos frotamos y siento cosas desde los pies hasta la cabeza, sin las más mínimas intenciones de amor, no sé qué hacer después de estar cerca de él, desnudos y a solas, pero pareciese que su cuerpo se hubiese puesto de acuerdo con la sabana para traerme recuerdos del ayer, la temperatura en la habitación aumentaba por el ardiente sol de afuera, me dieron ganas de acompañarle por un ratico, mis manos no se conformaban con tocarle suavemente, él lo sabe, el conoce cuanto sus besos me hacen sorda a los sonidos del alrededor, al juntarme a él todo esta livianamente preparado, me abrí de par en par, me solté el cabello, espere que mi cuerpo eructara sus vibraciones, me erice muchas veces, me fui despojando de mis cortos chiritos, me acosté encima de él mientras dormía profundamente, olí su cabello, frote sus mejillas, sin tenerlo tan dentro, estaba tocando el cielo, me estaba desplomando en sus brazos, era mi perdición, el pecado de una joven, la libertad de un soñador, la tristeza de sus rechazos, mi alegría y mi razón, ¡ay de mí!, ya no puedo dejar de quererle…Autor: Andrea s

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Me encanta masturbar a una mujer.

Ver como su cuerpo se estremece, sus ojos se pierden y su respiración se hace mas forzosa. Me gusta jugar con el ritmo y la velocidad, que mis dedos dancen en su entre pierna, mientras mi boca explora su piel, juguetea con sus pechos, dando pequeños mordiscos, sutiles pero apasionados. Me gusta arrancarle gritos y una que otra palabra sucia. Me gusta que se despoje de todo prejuicio y sea quien desea ser todo el tiempo. Me gusta que entre la lujuria y la pasión me desgarre, que se haga mas frecuente su respiración, que arda la piel y justo en el éxtasis del momento, llegue al clímax cortando con un grito. Un grito diferente, uno que es mas silencio. Como si muriera momentáneamente y despertara con una sonrisa, una completamente sincera. Me encanta masturbar a una mujer, por que cuando acaba, significa que apenas empieza lo mejor. No estoy hablando de sexo señores, hablo de esa complicidad, esa intimidad que solo se consigue con la confianza mutua de hacerse el amor... Autor: Anó

Poema Amor Verdadero de William Shakespeare

No, no aparta a dos almas amadoras adverso caso ni crüel porfía: nunca mengua el amor ni se desvía, y es uno y sin mudanza a todas horas. Es fanal que borrascas bramadoras con inmóviles rayos desafía; estrella fija que los barcos guía; mides su altura, mas su esencia ignoras. Amor no sigue la fugaz corriente de la edad, que deshace los colores de los floridos labios y mejillas. Eres eterno, Amor: si esto desmiente mi vida, no he sentido tus ardores, ni supe comprender tus maravillas.

EL FINAL DE UN LIBRO DE AMOR

T odo ser humano tiene su don, su talento, su propósito, así mismo, todo artista dedicado tiene su gran obra maestra, su best seller, algo maravilloso que lo impulsa al estrellato, al reconocimiento o que lo deja en memoria eterna para el resto que queda y los que han de venir, algo que nunca jamás volverá a existir a los ojos de los hombres, y eso debes saberlo; sino encuentras la respuesta en el plano físico de tu gran obra, tal vez tu mejor obra, tu gran obra maestra seas tu mismo. Tuve un primer único amor, así que, toma con calma esta despedida… Aquí  estoy haciendo mi gran obra en ti, tratando en de encajar en un lugar pequeño, apretado, vacío, pálido, incompleto, insensato y muchas veces grotesco con personas a las que creí conocer; y no hablo de sueños, ni de espacios, ni de personas. Fluyendo en el limbo a tu lado, sin saber lo que me espera mañana. Y justo aquí, en este justo momento donde despierto de un mal sueño de muchos años, ha venido una premonición que revela el re