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Esperar algo que nunca llego

Parece que ya me hubiesen dicho que iba a caminar en círculos toda la noche, mi terquedad no me dejo ver más allá de mis emociones, por cada escalón que subí, sentía que las esperanzas me escupían desde el techo, cayendo danzantes en mis mejillas, mi sonrisa estaba sostenida por dos palos de escoba de par en par, con los brazos colgantes de paciencia, los ruidos disminuyeron toda la velada, mientras me pregunté porque el miedo y la duda me acechaban sin control, estaba en plena soledad, me empezó a gustar y me quede esperando por nada, disfrute el placer incontenido de no mover un dedo por varias horas, me levante y como si nada perdí uno a uno, los recuerdos que intentó mencionarme cuando ya no quería volver a verle, fui a parar al mismo lugar de siempre desde que se fue; las pesadillas son constantes, las tengo por costumbre gracias al sentimiento de extrañar a una persona que ya no existe en mi agenda, sonreí más de la cuenta, era ayer cuando necesitaba ponerme en pie con su mano pálida. Parecen sueños que no acaban de los cuales nunca me despierto, excepto a la misma hora, donde me levanto sudando, agitada y temblorosa de terror, porque me quedo su aroma impregnado en la tela de mi manto, tengo que lavar las sabanas una vez más, entre tanta pendejada hubo más confusión, menos conectores para darle sentido a esta mierda, desde que me dejó esperando con un flor desabrida rosada y el abrazo que nunca me pidió, ya que estuvimos separados por un montón de metal oxidado, viejo y el tiempo necesario para darnos cuenta que no estamos hechos el uno para el otro, que voy a morir de a poco o a gritos por la disolvencia de tu impaciencia, por las ganas de abrir las otras barreras que nos separaron, por cerrar las ventanas, y verte por última vez en el reojo de la escalera…Autor: Andrea s

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Me encanta masturbar a una mujer.

Ver como su cuerpo se estremece, sus ojos se pierden y su respiración se hace mas forzosa. Me gusta jugar con el ritmo y la velocidad, que mis dedos dancen en su entre pierna, mientras mi boca explora su piel, juguetea con sus pechos, dando pequeños mordiscos, sutiles pero apasionados. Me gusta arrancarle gritos y una que otra palabra sucia. Me gusta que se despoje de todo prejuicio y sea quien desea ser todo el tiempo. Me gusta que entre la lujuria y la pasión me desgarre, que se haga mas frecuente su respiración, que arda la piel y justo en el éxtasis del momento, llegue al clímax cortando con un grito. Un grito diferente, uno que es mas silencio. Como si muriera momentáneamente y despertara con una sonrisa, una completamente sincera. Me encanta masturbar a una mujer, por que cuando acaba, significa que apenas empieza lo mejor. No estoy hablando de sexo señores, hablo de esa complicidad, esa intimidad que solo se consigue con la confianza mutua de hacerse el amor... Autor: Anó

Poema Amor Verdadero de William Shakespeare

No, no aparta a dos almas amadoras adverso caso ni crüel porfía: nunca mengua el amor ni se desvía, y es uno y sin mudanza a todas horas. Es fanal que borrascas bramadoras con inmóviles rayos desafía; estrella fija que los barcos guía; mides su altura, mas su esencia ignoras. Amor no sigue la fugaz corriente de la edad, que deshace los colores de los floridos labios y mejillas. Eres eterno, Amor: si esto desmiente mi vida, no he sentido tus ardores, ni supe comprender tus maravillas.

EL FINAL DE UN LIBRO DE AMOR

T odo ser humano tiene su don, su talento, su propósito, así mismo, todo artista dedicado tiene su gran obra maestra, su best seller, algo maravilloso que lo impulsa al estrellato, al reconocimiento o que lo deja en memoria eterna para el resto que queda y los que han de venir, algo que nunca jamás volverá a existir a los ojos de los hombres, y eso debes saberlo; sino encuentras la respuesta en el plano físico de tu gran obra, tal vez tu mejor obra, tu gran obra maestra seas tu mismo. Tuve un primer único amor, así que, toma con calma esta despedida… Aquí  estoy haciendo mi gran obra en ti, tratando en de encajar en un lugar pequeño, apretado, vacío, pálido, incompleto, insensato y muchas veces grotesco con personas a las que creí conocer; y no hablo de sueños, ni de espacios, ni de personas. Fluyendo en el limbo a tu lado, sin saber lo que me espera mañana. Y justo aquí, en este justo momento donde despierto de un mal sueño de muchos años, ha venido una premonición que revela el re