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Mostrando las entradas de diciembre, 2014

Esperar algo que nunca llego

Parece que ya me hubiesen dicho que iba a caminar en círculos toda la noche, mi terquedad no me dejo ver más allá de mis emociones, por cada escalón que subí, sentía que las esperanzas me escupían desde el techo, cayendo danzantes en mis mejillas, mi sonrisa estaba sostenida por dos palos de escoba de par en par, con los brazos colgantes de paciencia, los ruidos disminuyeron toda la velada, mientras me pregunté porque el miedo y la duda me acechaban sin control, estaba en plena soledad, me empezó a gustar y me quede esperando por nada, disfrute el placer incontenido de no mover un dedo por varias horas, me levante y como si nada perdí uno a uno, los recuerdos que intentó mencionarme cuando ya no quería volver a verle, fui a parar al mismo lugar de siempre desde que se fue; las pesadillas son constantes, las tengo por costumbre gracias al sentimiento de extrañar a una persona que ya no existe en mi agenda, sonreí más de la cuenta, era ayer cuando necesitaba ponerme en pie con su mano p

¿Porque sera?

Nos escondimos antes de que anocheciera, habíamos visitado todas las veredas del pueblo, mi cabello estaba algo espolvoreado con la brisa de aquel día, me lo recogí mientras la blusa se levantaba, mi ombligo se destapó, metí mi falda en medio de mis piernas y me agache para recoger la moñita, quería hacerme una cola de caballo y seguir campante por la carretera, pero lo único que notaba era que mi falda se alzaba inocentemente para provocarlo, trague en seco cuando se dio cuenta de mis intenciones, pero no podía controlarme, mis hormonas estaban a millón, tenía que aprovechar ese momento, a como dé lugar intente resbalarme en sus brazos, olvide casualmente la ropa interior en la choza donde una vez lo bes, mientras tanto el ignoraba mis agravios, mis delirios nocturnos y la tembladera bajo las sabanas por unos segundos cuando estoy completamente sola, empiezo a gritar su nombre completo; Estábamos pipones del almuerzo, sin darme cuenta se había recostado en la cama de paja de aquella

Libro Ambiguo

Una niña pequeña en los brazos de incontanbles pechos varoniles, Parecen vanas mis suplicas, una vez mas mis dedos pesan al pasar de letra en letra, de la gloria a la tragica cama de sabanas usadas, me cuesta escribir algo agradable para quien no se tiene certeza de fidelidad, mucha palabrería, no es carnal, su cuerpo parece estable y su mente navega entre pechos desconocidos, pálidos como los míos, pieles secas, usadas y frescas, alguien que quiera leerme por dentro, saborearme como si nunca hubiese probado el placer, no importa el cuando, como y porque; quiero que cuando llegue el soñador indicado se asome con un ramo de inexperimentados nombres, por si fuera poco, me explique el porque de su demora, que me coloque un apodo, tratame como si fuera un libro inexplorado, ambicioso y suspicaz, ¿quien me mirase con ganas de abrirme en cada pagina?, no pongas tus manos llenas de saliva en mi, se delicado y usa un liquido especial, alguien que pronuncie un apodo unico, no repetitivo y difer

A DONDE IRÉ A LLEGAR

Caen las lágrimas de mis tristes pensamientos, no he podido dejar de pensarla ni un solo instante, he sabido cómo mantener fuerte ese sentimiento y el inmenso río violento que corre dentro de mí cuando le recuerdo. Son las melodías de las estrellas, son los acordes de un piano, son los días grises, horas enteras en un ordenador escribiendo, miradas fijas a una fotografía que ocurrió sin ocurrir y un pensamiento inscrito y tatuado que asecha cada milisegundo de mi existencia, es una rutina que debo sostener y confrontar día a día. No tengo nada que valga la pena, todo lo perdí, todo está perdido, sin ella nada es lo mismo, quiero tenerla junto a mí. Iré. Iré pensando en cómo sacarla de mi mente, aunque nunca logre tal objetivo, pensaré que nunca fue su amor, y viviré como el hombre que sufrió de amnesia y que nunca más logró volver a recordar. Para qué engañarme. Sé, que muy probablemente la amnesia sea redundante en mi caso, pues le recuerdo con gran intensidad, mi espíritu depende

EN MIS SURCOS CEREBRALES HABITA

Ahora no sé cómo poder olvidarla. El tiempo se fue y consigo esos momentos gratos y complacientes que su presencia me dejó. Claramente desde que la conocí ha sido mi más retado sueño, atreviéndome a decir que frustrado está, ya que no existen los motivos ni las razones para establecerme en su mundo. Este es un escrito más, un pedazo de letra en el cual quisiera decirle todo lo estúpido, ingenuo, iluso y desalineado que soy, pues muy seguramente ella nunca me leerá ni sabrá que existe en mi mente. No creo llegar a encontrar otro más crédulo que yo, en excepción esos que quieren visualizar al mismo dios, aunque estar con ella es algo similar. Desde que me dejó, se ha convertido en mi recuero como una violeta coronada de espinas, que llega a lo más profundo de mi alma perforando el más intrínseco momento de paz. Es que si no fuera porque sus ojos tienen color de luna de día con arcilla no tendría argumentos para recordarle. Realmente no sé porque he de recordarle tanto, si pudiera, via

Antologia del desencanto a una sirena

Fue en ese entonces cuando empezó el viaje por el mar,el cual no había conocido nunca. Aquel sujeto, experimentando nuevos horizontes y dispuesto a asumir los riesgos que resultaba el tener que forjarse un rumbo incierto sin prototipos de futuro, y un etcétera de experiencias por las que debería pasar con la condición de enfrentar el destino. Esas costas desoladas y con profundas aguas que empezaban a asesinar el más tranquilo momento de su vida, la soledad y el desencanto propiciaron su presente. Afuera llovía y la historia aún no terminaba. Su cielo nublado y su ambiente árido le causaban pensamientos obscenos y terminales, aparecía borracho en las noches y romántico en las mañanas; en su rincón cada momento hablaba con su guitarra, ese idioma confuso y complicado de entender, pues ella le respondía con hermosas melodías y acordes que proporcionaban color a su paisaje pero nublaba su conciencia. Nada le importaba, su fortuna cayó en el infortunio y la necesidad de surgir iba en

TRISTE MORTAL

He me aquí. Aferrándome a lo incierto y clamando a lo imposible, no he sabido como quitarme se encima esa ausencia crónica y los pensamientos que existen cada vez que nombro las sílabas de su nombre, yo tanto que la anhelo y vivo cada vez que veo sus imágenes como recuerdos grapados en mis células. Y ella, tan distante y complicada, he olvidado su lejano cariño ostentoso, ese que un día me dio y como un fantasmas actúo al dejarme inmerso en el olvido. Ahora, percibo las colinas de su omisión entre los ríos del inmenso caudal que corre por mi mente, y claramente vivo dudando de ese relevante cariño que por mi sintió...Autor: Francisco Diaz