En mi dedo el anillo,
La guirnalda nupcial mi sien decora;
De sedas y diamantes busco el brillo,
Y soy feliz ahora.
Y mi señor me brinda amor seguro;
Pero al decirme ayer cuánto me adora,
Tembló mi corazón, como al conjuro,
De quien cayó en la guerra, al pie del muro,
Y es feliz ahora.
Pero él tranquilizóme, y en mi frente
Besó la palidez que le enamora.
Y he aquí que en un ensueño, vi presente,
Al muerto D'Elormy: -suyo, en mi frente,
Fue el beso; y suspiré -¡cuán dulcemente!-:
"-¡Ah, soy feliz ahora!"
Y si pude otorgar palabra nueva,
Así el voto juré, y aunque traidora,
Y aunque un luto de amor el alma lleva,
Ved brillar ese anillo que prueba
Que soy feliz ahora.
¡Ah! Ilumíneme Dios aquel pasado,
Pues si sueña o no sueña el alma ignora,
Y el corazón se oprime, y conturbado
Pregúntase, oh Señor, si el olvidado
Será feliz ahora.
...Autor: Edgar Allan Poe
Ver como su cuerpo se estremece, sus ojos se pierden y su respiración se hace mas forzosa. Me gusta jugar con el ritmo y la velocidad, que mis dedos dancen en su entre pierna, mientras mi boca explora su piel, juguetea con sus pechos, dando pequeños mordiscos, sutiles pero apasionados. Me gusta arrancarle gritos y una que otra palabra sucia. Me gusta que se despoje de todo prejuicio y sea quien desea ser todo el tiempo. Me gusta que entre la lujuria y la pasión me desgarre, que se haga mas frecuente su respiración, que arda la piel y justo en el éxtasis del momento, llegue al clímax cortando con un grito. Un grito diferente, uno que es mas silencio. Como si muriera momentáneamente y despertara con una sonrisa, una completamente sincera. Me encanta masturbar a una mujer, por que cuando acaba, significa que apenas empieza lo mejor. No estoy hablando de sexo señores, hablo de esa complicidad, esa intimidad que solo se consigue con la confianza mutua de hacerse el amor... Autor: Anó
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