Estuve siendo prisionera por muchos años, escuchaba las noticias por la estación de radio, me mantenía en la oscuridad, "Estuve tanto tiempo en el cristal, que cuando sali al sol, me asuste", lo vi una vez, el me vio cientos de veces, sin embargo no me recordaba, habitaba en su subconsciente alterno, pero eran tantas ganas de volver a vernos, esas ansias que nos tenemos, (él y yo)...-Nojoda, Esas inmensas ganas que tenemos,
¿Quien no las quite?
(nadie)
-Sólo nosotros podemos, porque por tal consecuencia, quiere besarme hasta la respiración, por mi parte, que me bese hasta la mínima partícula de mi piel, y es más, ya no le tengo miedo al sol radiante de sus ojos... Autor: Andrea s
Ver como su cuerpo se estremece, sus ojos se pierden y su respiración se hace mas forzosa. Me gusta jugar con el ritmo y la velocidad, que mis dedos dancen en su entre pierna, mientras mi boca explora su piel, juguetea con sus pechos, dando pequeños mordiscos, sutiles pero apasionados. Me gusta arrancarle gritos y una que otra palabra sucia. Me gusta que se despoje de todo prejuicio y sea quien desea ser todo el tiempo. Me gusta que entre la lujuria y la pasión me desgarre, que se haga mas frecuente su respiración, que arda la piel y justo en el éxtasis del momento, llegue al clímax cortando con un grito. Un grito diferente, uno que es mas silencio. Como si muriera momentáneamente y despertara con una sonrisa, una completamente sincera. Me encanta masturbar a una mujer, por que cuando acaba, significa que apenas empieza lo mejor. No estoy hablando de sexo señores, hablo de esa complicidad, esa intimidad que solo se consigue con la confianza mutua de hacerse el amor... Autor: Anó
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