Todo empezó Hace aproximadamente un mes conocí a un hombre, para ser mas especifica, a un niño en el cuerpo de un hombre, siendo aun mas clara, conocí a una persona, típico hacerlo, cuando el mundo parece ser cada vez mas pequeño, mientras la población aumenta, mientras el prospecto genera cambios en la personalidad, haciendo y deshaciendo de las mismas; pero, su aspecto sereno lo caracteriza a él, quien me hace llorar de la emoción, quien me hace reír de la rabia. No se lo había dicho, quizás no de esta manera, pero me acostumbre tanto a el, que me encuentro en serios problemas, en resumen amoroso, estoy satisfecha, no te preocupes, si fallas, si caes, si no tienes ganas de seguir, si quieres huir, si quieres volar, correr; de cierta manera todos somos carnes débiles, débiles a un Dios que oye, pero lastimosamente mi estúpida filosofía, no satisface el deseo de las mudas voces humanas; tenia el titulo para criticar las relaciones amorosas, y mas, si estaban relacionadas con la palabra amor, pero ahora es mas notorio en mi, el deseo de contestar con rapidez sus mensajes de textos, contestar con una sonrisa cuando el ancla sus ojos en mis gestos, y es que...Me enamore, pero esta vez, solo esta vez, me enamore.
Sonara apresurado, sonara descabellado, pero al besarte siento que fuese la primera vez, no tengo palabras, los nervios me hacen esclava, tengo un nudo en mi garganta, algo que me quema, me desgarra, me disculparas, pero me despido de la cobardia, pero antes de todo y despues de todo, solo quería decirte TE QUIERO AMOR... Autor: Andrea S
Ver como su cuerpo se estremece, sus ojos se pierden y su respiración se hace mas forzosa. Me gusta jugar con el ritmo y la velocidad, que mis dedos dancen en su entre pierna, mientras mi boca explora su piel, juguetea con sus pechos, dando pequeños mordiscos, sutiles pero apasionados. Me gusta arrancarle gritos y una que otra palabra sucia. Me gusta que se despoje de todo prejuicio y sea quien desea ser todo el tiempo. Me gusta que entre la lujuria y la pasión me desgarre, que se haga mas frecuente su respiración, que arda la piel y justo en el éxtasis del momento, llegue al clímax cortando con un grito. Un grito diferente, uno que es mas silencio. Como si muriera momentáneamente y despertara con una sonrisa, una completamente sincera. Me encanta masturbar a una mujer, por que cuando acaba, significa que apenas empieza lo mejor. No estoy hablando de sexo señores, hablo de esa complicidad, esa intimidad que solo se consigue con la confianza mutua de hacerse el amor... Autor: Anó
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