Puedo escuchar el solo de guitarra más alto, puedo sentir la brisa más fuerte que trae el mar en estas horas nocturnas, pero no puedo escuchar como tu voz se refleja en los ecos de mi silencio, puedo oír el sonido excitante de una batería en medio del desértico poblamiento rockero, puedo tocar un bajo, con los dedos prestados de Satanás, que permite un orgasmo sedentario a mi sexy palpitar, pero no puedo tomarte de la mano, mientras aterrizo de cabeza en el cemento de la calle, los vientos aterrizan las revanchas humanas, pero mis labios no pueden dejar de temblar ante tu mirada... Autor: Andrea s
Ver como su cuerpo se estremece, sus ojos se pierden y su respiración se hace mas forzosa. Me gusta jugar con el ritmo y la velocidad, que mis dedos dancen en su entre pierna, mientras mi boca explora su piel, juguetea con sus pechos, dando pequeños mordiscos, sutiles pero apasionados. Me gusta arrancarle gritos y una que otra palabra sucia. Me gusta que se despoje de todo prejuicio y sea quien desea ser todo el tiempo. Me gusta que entre la lujuria y la pasión me desgarre, que se haga mas frecuente su respiración, que arda la piel y justo en el éxtasis del momento, llegue al clímax cortando con un grito. Un grito diferente, uno que es mas silencio. Como si muriera momentáneamente y despertara con una sonrisa, una completamente sincera. Me encanta masturbar a una mujer, por que cuando acaba, significa que apenas empieza lo mejor. No estoy hablando de sexo señores, hablo de esa complicidad, esa intimidad que solo se consigue con la confianza mutua de hacerse el amor... Autor: Anó
Comentarios
Publicar un comentario