Me da la razón...Cuando digo que él, es un tipo definido a 4 características intocables: Prudente, sociable, curioso, contradictorio;
si me dieran el honor de explicar, que tan intrigada me encuentro, por llevarlo a saciar sus caprichosas ideas, de niño pequeño, diría que...
¿Porque se dejaría moldear de una chica de 16 años?, aquí entrara en juego, tu locura, mi locura, tu actitud y mi moral.
¿que habrá en ti que no me permite pensar con claridad?. Siempre he manipulado a mi antojo algunos falsos positivos, pero esta vez, me pregunto ¿tiene el derecho de jugar con mi mente? ¿es la debilidad? ¿es mi fortaleza?.
detallaría cada una de las partes que le componen, sobre todo resalto su mayor característica, sus ojos, Es que...vi en sus ojos, alma de infante, queriendo salir a flote, mostrarle al mundo su ser, quizás queriendo olvidar todo el dolor, que fue causado por la tortura de enamorarse de gente hueca y estúpida.
No hablara mas de el, simplemente guardara para ella, ese gozo de haberlo conocido, de tocar su espalda sudada, de mirarlo reír, de rozar su mejilla varonil, de consternarse en su mirada, en su cuerpo, sus perfectos labios, pero mas allá de eso, arrepentirse de tratar de envolver, ya que no es la mejor manera de querer pasar un momento, solo una complacencia, solo el capricho de no romper esquemas, quizás la lección haya sido, abandonar las cartas que maquinan rumbo al dolor, o valorar el echo de tener en frente al joven de sueños valientes..... Autor: Andrea S.
Ver como su cuerpo se estremece, sus ojos se pierden y su respiración se hace mas forzosa. Me gusta jugar con el ritmo y la velocidad, que mis dedos dancen en su entre pierna, mientras mi boca explora su piel, juguetea con sus pechos, dando pequeños mordiscos, sutiles pero apasionados. Me gusta arrancarle gritos y una que otra palabra sucia. Me gusta que se despoje de todo prejuicio y sea quien desea ser todo el tiempo. Me gusta que entre la lujuria y la pasión me desgarre, que se haga mas frecuente su respiración, que arda la piel y justo en el éxtasis del momento, llegue al clímax cortando con un grito. Un grito diferente, uno que es mas silencio. Como si muriera momentáneamente y despertara con una sonrisa, una completamente sincera. Me encanta masturbar a una mujer, por que cuando acaba, significa que apenas empieza lo mejor. No estoy hablando de sexo señores, hablo de esa complicidad, esa intimidad que solo se consigue con la confianza mutua de hacerse el amor... Autor: Anó
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