La virgen abrió las piernas, se fue apagando día a día por sus ingenuidades, pero aprendió a recuperar fuerzas, mientras que su "ángel" la cuidaba. A punto de conmemorar su rutina y descoser sus ojos; Grito en medio de la noche silenciosa y revelando el vacío se lanzó a él, nadie dijo nada, nadie volteo a mirar, Todo seguía normal porque ella aún no había nacido. La sociedad estaba ciega ante su repugnante crítica, Anunciando su ruego, dejó su legado y partió con los ángeles ¿ángeles? La quinta parte de ellos. Logró retar al demonio, conseguir su olor, revolcarse dentro del carbón de la brasa ardiente, y decir adiós.
fue aquella su última noche, Su último suspiro antes de partir, y dejar extendida su mano bañada en una cortada sangrienta.
Es tu palabra la que hace perforaciones, es como aquella fuerza sobre natural, que se le obsequia a un hombre carnal,Es mi palabra la que evita perforaciones, es como aquel desgaste carnal, que le dona a una mujer espiritual.
Fueron las ganas de correr y dejar todo tirado, sólo ser parte de la naturaleza y vagar como alma libre por el cielo entero, Traspasar los techos y volar con tantas ansias,ansias, ansias ...ella lo pide a gritos ... Quiere ser normal. El ya había recorrido muchos años atrás ... Mientras ella jugaba con la lupa a quemar las hormigas anaranjadas, el ya había planeado desde el principio, todo esos acontecimientos de su joven vida. Ella le entregó su inocencia, porque el se adelanto al preciso instante de su dulce líquido!
Minutos después disfrutando de su compañía, juro no abandonarla, gran farsa.
La ha protegido desde entonces, la vigila antes de dormir y ella susurra: "olvidame brujo" .... Autor: Andrea S.
Ver como su cuerpo se estremece, sus ojos se pierden y su respiración se hace mas forzosa. Me gusta jugar con el ritmo y la velocidad, que mis dedos dancen en su entre pierna, mientras mi boca explora su piel, juguetea con sus pechos, dando pequeños mordiscos, sutiles pero apasionados. Me gusta arrancarle gritos y una que otra palabra sucia. Me gusta que se despoje de todo prejuicio y sea quien desea ser todo el tiempo. Me gusta que entre la lujuria y la pasión me desgarre, que se haga mas frecuente su respiración, que arda la piel y justo en el éxtasis del momento, llegue al clímax cortando con un grito. Un grito diferente, uno que es mas silencio. Como si muriera momentáneamente y despertara con una sonrisa, una completamente sincera. Me encanta masturbar a una mujer, por que cuando acaba, significa que apenas empieza lo mejor. No estoy hablando de sexo señores, hablo de esa complicidad, esa intimidad que solo se consigue con la confianza mutua de hacerse el amor... Autor: Anó
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